Sociólogo Rafael Acuña

viernes, 30 de octubre de 2020

PACTO DE ÉLITES EN EL ESTADO PROFUNDO VENEZOLANO

En Venezuela los pactos políticos a través de la historia han sido muchos, entendemos por pacto: acuerdo, alianza, compromiso, en los cuales los involucrados aceptan respetar lo estipulado; estos pactos pueden ser formales o informales, los formales son los que se hacen por escrito y se certifican, los informales dependen únicamente de la buena voluntad o fe de los implicados, en tal sentido pudiéramos decir: la vida está llena de pactos, hay pactos de más trascendencia, contienen mayores implicaciones en la vida real de los seres humanos. Las constituciones son grandes pactos económicos, políticos y sociales de donde se desprenden otros, pueden ser enmarcados en la norma refrendada o simplemente depender de la voluntad o buena fe de los pactantes, pero la vida social no es tan abstracta como estos conceptos, está constituida por seres humanos pensantes y actuantes, los cuales en el desarrollo de su vida, van ejerciendo prácticas para garantizar la consecución de sus fines materiales, espirituales, ideológicos, entre otros.

En la búsqueda de la resolución de problemas vitales, los seres humanos nos asociamos para sobrevivir a las hostilidades de la naturaleza, la vida social está colmada de relaciones, estas asociaciones y relaciones pueden ser de mutua ayuda, cooperación o de explotación, los seres humanos hemos establecido en los últimos dos mil años de historia, relaciones de explotación, ellas literalmente no son producto de la voluntad, llevan implícitas la imposición, la fuerza.

La sociedad industrial y financiera es la forma más avanzada de relaciones sociales de explotación, es tan refinada, que en ella los explotados no saben que son, y si lo saben, no tienen conocimiento explícito del cómo es dicha explotación, esta se oculta en el entramado más profundo de las relaciones de producción capitalista; «en muchos casos los explotados se consideran no explotados», incluso se creen libres. En tal sentido, al establecerse este tipo de relaciones, la sociedad se ve dividida en clases sociales, estas son intrínsecamente parte de las sociedades donde impera cualquier forma de dominación, explotación; por lo tanto, para mantener el poder, sobre los otros segmentos, las clases sociales dominantes se deben imponer, usando cualquier método para ello.

El gran pacto social: LA CONSTITUCIÓN, en el desarrollo de las luchas de clases, puede enmendarse y modificarse, ser sustituida por otra, pero en esencia, esta contienen reflejado los intereses pragmáticos que aspiran las clases dominantes para mantener su estatus, pero si, en la sociedad de explotación, las clases explotadas deciden hacer una revolución social, la Constitución puede convertirse en un pacto, programa de lucha ─a seguir─ para cristalizar los anhelos de las clases subyugadas, conseguir su liberación y cumplimiento de sus derechos; al mismo tiempo liberar a toda la sociedad de estas relaciones poco éticas para la vida del ser humano.

En Venezuela el primer gran pacto social fue la Constitución de 1811, en realidad fue la primera Constitución del Sur de América. Fue la más revolucionaria de todas, rompió tácitamente y explícitamente el pacto impuesto por el imperio español ─de la época─ a nuestro pueblo, era un pacto colonialista, fue sustituido para fundar una República independiente y libre, aunque, por otro lado, mantenía las relaciones de explotación, porque fue una revolución iniciada por las clases explotadas por los españoles, pero que al mismo tiempo ─internamente─ abusaban de los indios, negros y otros segmentos de la sociedad venezolana, por eso se mantenía la esclavitud y las relaciones serviles entre las fracciones de las clases posesoras de tierras, plantaciones y las que no tenían nada.

También tenemos la Constitución de 1819, propuesta por nuestro Libertador Simón Bolívar, aprobada en el Congreso de Angostura, esa fue sustituida por la Constitución 1821, que proponía la creación de la Gran Colombia, estas Constituciones plasmaron cambios profundos que podían tener un impacto de gran calado en nuestra sociedad, pero al mismo tiempo, mantenían los vestigios de explotación de la vieja sociedad impuesta por el imperio español. La Constitución de 1819 restablecía la República perdida, cuando Francisco de Miranda se vio obligado a capitular; pero la del 1821 creó la Gran Colombia, planteaba un proyecto geopolítico de mayor amplitud, estratégicamente continental, de integración Latinoamericana, unificación de fuerzas, para poder integrarnos al mundo capitalista ─naciente─ con ventaja importantes, para que, en el concierto de las naciones del mundo, fuéramos escuchados como una gran voz. Es indudable, estos proyectos constitucionales eran revolucionarios para la época, planteaban dejar atrás ser colonias, para convertirnos en países libres e independientes, con auto-determinación, países respetados y grandes potencias.

En 1830 se sanciona la Constitución que separa a Venezuela de la Gran Colombia, también cambia la estructura de la sociedad, echaban por tierra el planteamiento de la gran Colombia, que desde el punto de vista geopolítico, era de mayor envergadura política, económica y social, pero esta, por ser una Constitución separatista, no deja de ser una Constitución que hizo una revolución en la estructura de la sociedad.

Después de derogada la Constitución de 1830, los cambios ofrecidos por las sucesoras, no fueron mayores, las relaciones establecidas entre los seres humanos seguían siendo de explotación y nos integramos al mercado internacional como nación proveedora de materia prima a bajo costo. Las anteriores Constituciones cambiaron las relaciones entre países, cambiaron incluso al mundo, este ya no se dividía entre imperios y colonias, ahora eramos países libres, que buscarían, la mejor forma de integrase al naciente mercado capitalista mundial; lamentablemente, dentro de la división internacional del trabajo, surgida luego de la libertad de nuestras naciones, las clases que detectaban el poder de nuestros países, decidieron integrarnos al nuevo mundo, siendo naciones proveedoras de materias primas, sobre todo agrícolas y pecuarias, lo cual no dio desventajas, formándose nuevamente relaciones de dependencia con las grandes potencias industriales y financieras.

Las relaciones de explotación nacionales e internacionales se mantuvieron hasta la aprobación de la Constitución de 1999, en Referéndum Nacional, donde participó todo el pueblo venezolano, este solo hecho, ya era un acto revolucionario, dejaba atrás las constituciones impuestas a toda la sociedad por una fracción de clases dominadora, fue aprobada de forma democrática, con votos masivos (cuestión que nunca aceptaron las élites internas y externas), pero esta Constitución dentro de sí concebía los gérmenes de una sociedad de avanzada, con respecto a la primitiva sociedad capitalista de explotación, esta promulgaba la creación del «estado social de derecho, justicia y amante de la paz». Esta declaración constitucional, se convertiría, «en la esencia», en el programa de lucha de los revolucionarios, para construir una sociedad con relaciones sociales ya no de explotación, sino de justicia social, entendiendo por justicia: «a cada quien según su trabajo y su necesidad», este postulado en el fondo, lleva el establecimiento de relaciones de mutua cooperación, solidaridad, hermandad humana, fraternidad, que se irían estableciendo progresivamente sustituyendo las viejas formas sociales caducas y antia-éticas de explotación. En esencia, ese es el programa del pueblo y de cualquier persona con ética: luchar por una sociedad de derecho, de justicia y amante de la paz.

La construcción del nuevo pacto, votada por todo el pueblo, tuvo sus altos y bajos, agresiones por partes de las clases que siempre habían explotado al pueblo, se negaban a dicho pacto, por contener la ética de la liberación, pero estas agresiones no sólo venían del interior del país, también del exterior, sobre todo de países que habían adoptado nuestra independencia, ya que en esta Constitución se plantea abandonar la dinámica capitalista mundial de explotación, por eso es y será tan atacada.

En total Venezuela ha tenido 24 Constituciones, 5 revolucionarias y 19 que sólo eran el reflejo de las aspiraciones de la nueva fracción de clase que se hacia con el poder, para de esta forma, imponer su pacto al resto de la sociedad. Esto lo vemos muy claro en la Constitución del 1961, un nuevo pacto refrendado como Constitución, pero sustentada en otro pacto informal y secreto: «el pacto de Nueva York»: fue un acuerdo internacional que granizaba a un imperio (EE.UU.) nuestra explotación. En lo nacional se dio el «Pacto de Punto Fijo», muy conocido por los venezolanos, este buscaba sustituir la sociedad agraria, dominada por terrateniente y caudillos, para pasar a una sociedad industrial, dominada por burgueses, que pasarían a subsistir de la renta petrolera, se integraría al mundo como nación exportadora de energía, de los capitales que esta generaba, que de forma muy pusilánime, era depositada en los bancos del imperio, generando así, grandes ganancias para ellos y no para nosotros. Con esta renta se generaría una nueva clase en el país: la capitalista, cuasi parasitaria, que le garantizaba al imperialismo la venta de materia primas baratas; en lo interno, la construcción de un mercado comprador de sus excedentes. De esta forma se construyó una economía de puerto, ampliamente anclada y dependiente a este sistema capitalista internacional.

¿Por qué la Constitución del 1999 fue revolucionaria? porque se basa en los principios de independencia postulados por nuestros libertadores, al mismo tiempo, internamente, se promulgaba los principios de justicia social, en pocas palabras, ese pacto de liberación, es el que contiene el programa para las luchas de liberación nacional y de justicia social. Por su puesto, dentro del marco de esta Constitución del 99, se puede establecer una sociedad, con una clase capitalista, que pueda conceder al pueblo algunos derechos mediatizados por el capital y una fuerte burocracia estatal.

En la actualidad ese pacto, (de la Constitución del 1999) está siendo sustituido de facto. Hay dos elementos que me llevan a sacar esta conclusión:

  1. «La apertura política en las elecciones del 6 de diciembre», a las fracciones de las clases capitalistas burguesas o aspirantes a ella, por medio de la lista nacional, ampliación de la lista regional, para que así puedan tener representantes todas las minorías, pero sobre todo, los representantes de esta burguesía nacional, que habían sido diezmada por el pueblo, por haber tomado conciencia de su verdadero programa de lucha. Estas clases capitalistas y burguesas habían perdido el poder político no por imposición, al contrario, por votación masiva, el pueblo dejó de votar por ellos, lo hacia por el representante de sus luchas que en este caso fue: Hugo Chávez.
  2. La Ley Anti-Bloqueo, será el mecanismo económico, por medio del cual, se pretende abrir al país la inversión extranjera y un proceso de privatización, toda esta inversión, el dinero obtenido de las privatizaciones será parte del debate en la futura Asamblea Nacional, donde los representantes de las élites del PSUV, los representantes de la vieja burguesía venezolana se pondrán de acuerdo, para repartirse el botín, que sólo beneficiará en gran medida a sus intereses, es decir, nace un nuevo pacto de facto, entre la élite burguesa del PSUV y la vieja burguesía que había gobernado al país.

Con la nueva Ley Anti-Bloqueo, la nueva y vieja burguesía pueden conseguir las inversiones que necesitan para poder reactivar sus empresas, que por supuesto no serán totalmente nacionales, serán los dueños de franquicias, de enclaves internacionales o representantes bien pagados de las grandes transnacionales. Todos esos acuerdos, se debatirán en la nueva Asamblea Nacional, se refrendarán, de allí se le impondrán al pueblo, pero al final de cuentas, serán acuerdos que procuren beneficiarles a ellos, dejarán al pueblo al margen, por eso insisto, hay que votar por candidatos revolucionarios, que entren a la Asamblea Nacional a denunciar de forma activa todos estos desmanes que están en marcha en Venezuela.

Con la Ley Anti-Bloqueo y con el pacto político de la lista nacional, se va a construir un nuevo acuerdo, «no legal», porque viola de cabo a rabo lo establecido en la Constitución de la República del año 1999. Este pacto es algo parecido al de Punto Fijo, pero sin la publicidad que aquel tuvo, es un pacto que se va a imponer por la vía de la dominación mediática, usando las técnicas e instrumentos más modernos para ellos, pero también, por la vía de la represión más dura y feroz que hayamos conocido para quien se atreva a hacerles frente denunciando y luchando en contra semejante aberración.

Este nuevo pacto no está avalado del todo, una parte de la burguesía tradicional (las más reaccionaria y conservadora) quedó fuera, esta no acepta ni una coma de la Constitución del 99, porque contiene el programa de lucha del pueblo. El pueblo también ha quedado por fuera, al cual se le impondrá un nuevo pacto, que estará fuera de la Constitución, que en la práctica se irá imponiendo gradualmente, dejando de lado la Constitución hasta verla convertida en letra muerta, este nuevo pacto echará definitivamente los derechos de los venezolanos por tierra, que también en la práctica han sido anulados por la grave crisis que vivimos. En el panorama político nacional en el futuro tendremos a una burguesía radicalizada, apoyada por el imperio norteño, tratando de romper el nuevo pacto, asumido por la élite del PSUV y lo que llaman «la mesita de la unidad» (parte de la vieja burguesía), el pueblo, que en estos momentos se debate entre seguir apoyando este gobierno, que dice una cosa, pero que en el fondo hace otra, como ha demostrado en la práctica diaria. El pueblo debe ir a un nuevo proceso de organización de fuerzas, construir nuevas formas de organización social, que prendan la llama de la lucha por el rescate y respeto de nuestros derechos, consagrados en la constitución del 99, por una nueva forma de organización social, que burle la represión cruel y descarada del estado venezolano, deben surgir hombres y mujeres que se organicen para rescatar el poder en manos de revolucionarios, que retomen el programa de lucha contenido en nuestra Constitución actual, que sería el restablecimiento del «estado social de derecho de justicia y amante de la paz», para establecer el estado de derecho, el pueblo debe incansablemente organizarse, movilizarse, salir de forma pacifica a la de calle, dentro del marco de la Constitución; para rescatar el estado de justicia y amante de la paz, debemos construir una gran organización nacional, que tenga perceptiva de poder, se vincule al pueblo, sea expresión de los derechos del pueblo, enarbole un programa en lo económico, político, social, para el restablecimiento de los derechos obtenidos en el gobierno de Chávez, que al mismo tiempo siga hondeando las banderas de la sociedad de justicia y paz social, para de esta forma seguir profundizando la consecución de nuestros derechos y construir una sociedad que los garantice en su totalidad.




Sociólogo Rafael Acuña
rafaelrojoxxi@yahoo.com.ve

miércoles, 21 de octubre de 2020

LEY ANTI-BLOQUEO: A QUIEN DESBLOQUEA Y A QUIEN BLOQUEA

    La nueva ley «anti-bloqueo» a sido una de las leyes mas polémicas de los últimos años. No es para menos, en ella, practicante se hipoteca el futuro del país. Según su espíritu, ésta es para proteger a los venezolanos. Para salvaguardas los derechos humanos de nuestros ciudadanos.  Pero, en muchas ocasiones, no todo lo que se quiere hacer, como lo concebimos o pensamos, se realiza en la practica tal cual queremos. El mundo esta lleno de estos ejemplos: los sindicatos son uno de ellos. Estos se crean con el objetivo de proteger a los trabajadores de la explotación capitalista. En realidad la mayoría de los lideres sindicales terminan entregados a las mieles que el capital les suele ofrecer. En tal sentido, una persona puede estas llena de buenas intenciones, pero sus practicas pueden ser prejudiciales. Por otro lado, puede suceder como decía el prócer Cubano José Martí: “en Política lo real es lo que no se ve”. Lo que se profesa como intenciones, en realidad no es lo que queremos como resultado practico inmediato, por el contrario, siempre hay una intención oculta que se observa hasta que la vemos hacerse realidad. Sobre esto hay muchos mas ejemplos, la vida diaria de los seres humanos esta llena esta esta primitiva forma se ser. Vamos a partir que esta ley está realizada con buenas intenciones, pero en el camino se puede convertir en una ley contraproducente, sobre la cual se realicen practicas que tengan intenciones ocultas.

    • Contenido de la ley anti-bloqueo          

        ◦ Garantizar los derechos humanos de los venezolanos.

        ◦ Modificar los mecanismos de la constitución, propiedad, gestión, administrador y funcionamiento de empresas publicas o mixtas

        ◦ Captación de inversión extranjera

        ◦ Dar participación al capital extranjero nacional e internacional

        ◦ Protección a las inversiones privadas y transaccionales

        ◦ Implementación de cualquier mecanismo financiero

        ◦ El control sera posterior

        ◦ Medidas transitorias para guardar secretos de estado

          En estos puntos podemos resumir el contenido de esta ley. El primer punto denota su objetivo final, que es: proteger los derechos humanos vulnerados a los venezolanos por el bloqueo económico y financiero impuesto a la nación. Lo primero que hay que aclarar que el gobierno de nacional siempre a buscado una escusa o un culpable por lo que pasa en Venezuela, primero las calamidades sufridas ─que ya pasan de los nueve años─ eran producto de la guerra económica, que nunca fue explicada mínimamente a los venezolanos. Ahora es el bloqueo, es digno aclarar ─siempre es bueno decir la verdad─ este bloqueo no es bloqueo y es reciente. Básicamente están sancionados, no bloqueados, funcionarios y empresarios ligados del gobierno nacional ¡claro, esto es grabe! porque sobre nuestro presidente recae incluso una recompensa, ofrecida por parte del gobierno norteamericano. Indudablemente esto limita las acciones del presidente a la hora de suscribir acuerdos internacionales de todo tipo. Del resto las sanciones básicamente se centra en las cuestas bancarias de ciertos funcionarios del gobierno nacional, en bienes, que según, han sido obtenido producto de la corrupción y actividades económicas ilícitas. (cuestión por la que no pueden reclamar nada los norteamericanos y los europeos por ser países que nacieron y se mantienen de la corrupción, el saqueo y genocidio, no tienen morar para esto) Estas sanciones iniciaron en el 2015, cuando se negó la visa a funcionarios vinculados al gobierno del presidente venezolano. Estas se has ido ampliando con el paso del tiempo, las sanciones impuestas a Venezuela de mayor severidad son las realizadas a PDVSA, en enero del año 2019. como se puede observar la crisis económica de Venezuela inicio antes del año 2015, donde ya teníamos un proceso de inflacionario y de evaluación constante de nuestro signo monetario. De igual manera como es sabido por todos los venezolanos PDVSA para el año 2019 ya había bajado su cuota de producción de petroleo a menos de 1 millón de barriles de petroleo diario, en este caso las sanciones lo que pueden es impedir la recuperación de PDVSA pero esta ya estaba prácticamente quebrada cuando llegaron las sanciones. Es evidente que la crisis ha sido responsabilidad del gobierno que las producidas por la guerra económica y por las sanciones a funcionarios y en particular a PDVSA. Por su parte el resto de los venezolanos podemos ejercer nuestro derechos económicos internacionales establecido en los tratados y acuerdos refrendados por las naciones unidas y cualquier otro organismo multilateral.

     Las personas naturales y jurídicas pueden ejercer sus actividades políticas, económicas, financieras, comerciales, entre otros. Lo que se llama bloqueo a Venezuela, en realidad son sanciones financieras, porque el comercio de medicinas, alientos, y productos de primera necesidad pueden ser importados a nuestro territorio siempre y cuando se cumplas con las normas que regulan el comercio nacional e internacional. 

    El país no esta sancionado en su totalidad, solo 64 países han apoyado las sanciones impuestas a funcionarios venezolanos. El resto de los pises del mundo, que son ─según las naciones unidas─ ciento noventa y cuatro (194), no se han plegado a dichas sanciones. En pocas palabras podemos establecer relaciones de todo tipo con: 130 países de este planeta. 

    Como vemos en el mapa, mas son los países con los cuales podemos comerciar, que los que no. Aunque, siento honestos, los países que han sancionado, son los que tienen el mayor grado de industrialización, desarrollo económico, tecnológico y financiero. Con los cuales ─para nuestra desgracia─ tenemos un alto grado de dependencia. La mayor parte del mundo no ha sancionado, dentro de todos estos países que no han sancionado, están grandes potencias como: Rusia, China, India, Japón, todos los países semitas y el sur de África. En tal sentido, «el bloqueo» es mas un discurso político, que busca esconder los verdaderos orígenes de la crisis que vivimos todos los venezolanos y se convirtió en la justificación para promulgar la ley. Este planteamiento, es mas una retorica, que busca convencer a un grupo de la población para que siga apoyando al gobierno, es decir, es un instrumento de dominación, entendemos por dominación: cuando la voluntad de una persona es sometida a la de otra, también se puede aplicar cuando la voluntad de un sector del pueblo es sometido a la voluntad de una elite. Entonces esta es una retorica de la dominación, porque busca que los sectores explotados y oprimidos sigan plegados a la voluntad de quienes los mancillan.

    Entendemos entonces que la ley anti-loqueo no es un instrumento para defender los derechos humanos de los venezolanos. Esta según el mapa no debería existir. Para burlar las sanciones «simplemente» se debe comerciar con el mundo que no esta de acurdo con las sanciones. Entonces podemos afirmar que esta ley tiene tras de si razones ocultas, intenciones subyacentes que no pueden ser develadas por su perversidad y mas bien es adornada con una retorica de defensa de derechos humanos. Para poder seguir con el análisis hace necesario pegarnos a la máxima de José Marti: “en política lo real es lo que no se ve”. Tenemos que hacer uso de la comprensión, de la imaginación sociológica para ver que hay detrás de eta lay anti-loqueo.

    Para comprender lo que significa la lay anti-bloqueo en imperante conocer las premisas que exigen las grandes potencias financieras e industriales del mundo para poder establecer relaciones satisfactorias con otros países. Lo que en el mundo real se llama “neocolonialismo”. Se establecen en primer lugar relaciones unilaterales entre las colonias y el imperio, si esto no es así, entonces no se comercia, se debe liberalizar los mercados, desregularizar, privatizar y hacer del estado un ente que solo garantice el derecho de la propiedad y del ─supuesto─ libre mercado. Esto es lo que en el mundo académico llaman neoliberalismo, que no es mas que una política neocolonial. 

    La premisa de la lay anti-bloqueo es: defender los derechos humanos, pero esta solo quedara como retorica y sera aplastada en la practica, cuando las grandes transaccionales entren en el país a saquearlo mas de lo que esta. Sabemos que estas grandes empresas buscan el menor costo, la máxima ganancia ─estas son sus leyes de oro─  la mano de obra ya la tienen súper barata, habría que legislar como lo establece la ley anti-bloqueo para desregularizar, es decir, apartar la ley orgánica del trabajo venezolana y establecer un marco jurídico que ampare a las transaccionales. Eso significa desregularizar: quitar leyes que impiden a las transaccionares obtener la máxima ganancia. Eliminar Sindicatos, Consejos de Obreros y todo lo que tienda a implementar acuerdos que beneficien a los trabajadores.  Vemos que se desbloqueara el camino a las grandes empresas, capitales, pero se bloquean los derechos sociales de los venezolanos como son los establecidos en la ley orgánica del trabajo y en la constitución del año 1999. Estado venezolano se transformara de ser: «un estado social del derecho y justicia» a un estado defensor de las condiciones que impongan las grandes transaccionales, para poder operar en Venezuela. Creo que este el mayor daño que la ley hace a la nación: desintegrar el estado social de derecho y justicia, e implantar de facto, un estado al servicio del gran capital.

    Todo esto se indica que Venezuela transita hacia un nuevo pacto político y económico, entre los sectores elites que apoyan al actual gobierno y cierto segmentos transaccionales que solo les interesan nuestros recursos naturales. Es un pacto que abandona el origen de la revolución venezolana, que en sus inicios lucho contra todo eso, que ahora producto de la intransigencia, ineficiencia, miopía, e intereses desmedidos, se arrodilla para entregar las luchas del pueblo venezolano. El pacto político esta en marcha, sectores de la vida política nacional se les dio apertura en la Asamblea Nacional ampliando la cantidad de diputados, creando una lista nacional que de un escaño seguro a sectores de la derecha, que por muchos años quedaron aisladas y que ahora se les da un espacio para que los personeros de las grandes transaccionares puedan tener sus representantes dentro de la asamblea nacional. Con este nuevo pacto político y económico se desbloqueo a los  personeros políticos de las transaccionales, de la elite del PSUV, pero se bloqueo al pueblo venezolano a participar directamente, ya que la gran mayoría de los candidatos del PSUV a la asamblea nacional son afectos a esa elite y los complacen en todo a cambio de algunas migajas. 

    La lay anti-bloqueo, desbloquea la legislación venezolana para iniciar una oleada de privatizaciones en todo el territorio nacional. De este planteamiento no quedo excluido ningún sector, según esta ley se puede privatizar: CANTV, ESPECTRO RADIO ELÉCTRICO, HOTELES, HIPÓDROMOS, BANCOS, PUERTOS, AEROPUERTOS, AUTOPISTAS, ESCUELAS, UNIVERSIDADES, HOSPITALES, HATOS, HACIENDAS, TIERRAS, SEGURIDAD SOCIAL, EL ORO, OTROS MINERALES, PDVSA, SUS FILIALES Y EMPRESAS CONEXAS, BANCO CENTRAL DE VENEZUELA y todo lo que pueda ser vendido. Es indudable que esta ley desbloqueara a las grandes transaccionares, que les permitirá invertir en nuestra economía, para saquearla, devastarla, para hacer los que ellos quieran, por que el estado les garantizara un marco jurídico para ello. Entonces al las transaccionales se harán con nuestros recursos, que al ser de ellos, dejaran de ser nuestros, los venezolanos inmediatamente seremos privados de ellos, seremos bloqueados de nuestros propios recursos, que irán  a parar a los países industrializados, que según el gobierno nos tienen bloqueados, entonces hay que desbloquearlos para que siga el saqueo y para el pueblo solo quede hambre y miseria.

    Esta lay anti bloqueo contiene lo que desde mi punto de vista es la peor aberración que se ha consentido en la política venezolana, es :«el control posterior y el secreto de estado». Esta ley establece, de forma tacita y literal, si hace falta declarar un asunto secreto de estado se hará, es decir, si se considera vender PDVSA o la Universidad Central de Venezuela bajo secreto se puede hacer. Porque la misma ley establece que si algún mecanismo constitucional impide realizar el contenido de la ley puede hacerse, entonces esta es una ley constitucional que va en contra de la constitución, donde sus principios fundamentales como el de la democracia participativa y protagónica se ve pisoteado a todas luces, no soy se aquellos que creen que todo se resuelve con un referéndum consultivo, pero estamos como el cangrejo, en vez, de cada día, profundizar la democracia participativa y porotagonica, lo que estamos haciendo es dejarla de lado,  acabar con ella, porque una vez que el país sea privatizado, se acabo la democracia. El secreto de estado y la gran propiedad sobre los medios de producción, es decir, el monopolio intrincadamente son instituciones antidemocraticas, con las que le pueblo venezolano tiene mas de 300 años en guerra. El gran monopolio de la compagina guipuzcoana fue unos de los móviles de la guerra revolucionaria de independencia, la democratización de la tierra, fue la razón de la guerra federal, el 27 y 28 de febrero fueron parte de la lucha de notros como pueblo para defendernos de las privatizaciones, del Fondo Monetario Internacional (FMI), del Banco Mundial (BM), del imperio norteño, que siempre nos ha considerado su patio trasero. El golpe de estado dado a Hugo Rafael Chavez Frías fue producto de su defensa a la democracia participativa y protagonica y fue un golpe contra las políticas anti privatizadoras, antimonopólio y anti elites que enarbolo el comandante Chavez. 

    Según este pequeño análisis que hemos realizado la Ley anti-blooqueo no debería de existir, ya que Venezuela como tal no esta bloqueada, están sancionados las cuentas bancarias (muy grandes por cierto) y bienes de una elite de venezolanos, por el imperio norteamericano, que no sanciono a estos funcionarios por amar al pueblo venezolano, lo hacen en aras de lograr quitar a este gobierno y poner a uno que establezca relaciones unilaterales con ellos, no vea la posibilidad de establecer relaciones con Rusia y China,  países con los cuales tiene una guerra comercial y financiera. Con los mecanismo que dispone la constitución del año 1999 están sanciones pueden ser burladas. Lo único que hay que hacer para burlar a estas sanciones es hacer una apertura el comercio internacional a todos sectores venezolanos, para que puedan traer productos al país y no reservar esta actividad solo para la elite comercial que se ha beneficiado de forma grosera de este monopolio. Por supuesto hace falta una política económica sustentable y de satisfacción de las necesidades de toda la población, implementar nuevo plan económico, político y social que se fundamente en la constitución del año 1999. 

    Pero la gran conclusión de todo esto es: el país va a ser desbloqueado, para que las transaccionales lo compren, sea vendido a pedazos, a precio de gallina flaca. Para que acaben con nuestra democracia, cultura, educación, sistema se seguridad social universal, con nuestro sistema financiero, entre otros, se a dado una apertura para que los venezolanos seamos privados de nuestro país, para que vivamos en un país que no sera nuestro, es decir, viviremos alquilados en nuestro propio país. En Venezuela lo que se debe hacer es dar mas participación al pueblo en la construcción de nuestra propia patria. Por que no se siguieron apoyando a las organizaciones de base que se venían levantando para construir una nueva sociedad? desligada la la rapacidad de las grandes transaccionales y del gran capital financiero. En ves de acudir a las empresas de los imperios, se debe recurrir al pueblo trabajador y trabajadora, al obrero y obrera, al campesino y campesina, al pequeño industrial, al artesano y artesana. En pocas palabras solo el pueblo salva al pueblo, nunca lo hará otro. Este país es nuestro, que se sepa, no esta en venta, la constitución del año 1999 fue aprobada por referéndum y es el único pacto político vigente, que no se puede violar en función de pactos oscuros, que van en detrimento del pueblo venezolano. Si estamos en crisis, porque tenemos un mal gobierno, pero esto  podemos resolverlo por la vía pacifica, pese a la represión, persecuciones, amedrentamiento, violación de derechos humanos, asesinatos, entre otros, pero si e país es vendido y privatizado imaginemos el tamaño de la crisis que se avecina. Sera una crisis que pudiéramos considerar un crimen de lesa humanidad, donde nadie responderá, ya que sera llevado a cabo por las grandes transaccionales, que son impunes en el mundo, y por una elite que es impune ─por ahora─ ante el pueblo venezolano.

    Que nos queda después de esta ley anti-bloqueo, es la organización como pueblo, tomar conciencia de que este gobierno actúa en contra de nuestro país, de nuestros niños, ancianos, trabajadores, estudiantes de todos los venezolanos. Todos los gremios, instituciones, deben rechazar esta ley y ejercer la presión social necesaria para parar este instrumento de saqueo y bloqueo de los venezolanos, hacer presión hasta que sea derogado, cancelado y que la crisis que ya vivimos lo venezolanos no sea empeorada. Los excesos conducirán a que se establezca la razón y la razón esta de lado del pueblo


Sociólogo Rafael Acuña

rafaelrojoxxi@yahoo.com.ve

ELECCIONES Y CRISIS EN VENEZUELA

    Quisiera iniciar estas lineas agradeciendo a los amigos de Centeno FM y su nuevo emprendimiento de este periódico digital para el Estado Sucre, situación urgente en nuestro territorio ya que estos, por muchas razones han cerrado sus puertas. En tal sentido este tipo de iniciativas vienen a cubrir un espacio vacío que nunca debió de haber ocurrido. En la misma dirección quiero agradecer a su director, amigo y colega Willian Bracamonte por ser quien de manera personal me brinda tan noble oportunidad.

    Debo de hacer la salvedad pero la escritura es una actividad compleja tanto por la forma como por el contenido, sobre todo cuando se tien
e que escribir al estilo de Cervantes, Andrés Bello, García Márquez, entre otros. He iniciado este reto con gran regocijo y ánimo. Espero no defraudar a los lectores de esta pagina digital y proporcionarles análisis que puedan ser útiles.

    Entremos en el tema, donde considero que estas elecciones, a realizarse el 06-12-2020 son un verdadero desafío para los venezolanos. Atravesamos una crisis sin precedentes, nunca algo así o parecido había ocurrido en nuestro continente. Los niveles de deterioro de nuestra economía son algo inédito en la historia de la humanidad. Ni los países que atravesaron la primera y segunda guerra mundial vivieron tal deterioro, tanto de su economía como la calidad de vida de la población. Para nadie es un secreto que tenemos el sueldo más bajo del planeta, pudiéramos decir: es muy cercano a cero (0), un sueldo de esta magnitud, indudablemente la población pasa las mil y una penuria, en el día a día, buscando los métodos y medios como sobrevivir. Somos un país con un 97% de personas pobres, que en medio de toda esta situación, penurias y calamidades ven aun más deteriorada su calidad de vida por la falta de gasolina, gas domestico, energía eléctrica, agua potable y aunado a esto el  COVID-19 que llego como una plaga para azotar aun más a nuestro pueblo. No quiero profundizar mucho en la crisis que atravesamos porque esta es conocida y vivida por todos los venezolanos.

    En medio de esta transe, el Consejo Nacional Electoral (CNE) convoca a una elección. Esta cita electoral se realiza para aprovechar las condiciones que favorecen al partido de gobierno, que le permitan obtener una victoria sobre la oposición. El partido de gobierno ve estas elecciones, no solo como una oportunidad para legitimarse; mas bien, es una circunstancia para seguir hundiendo a la oposición en la desesperanza y la resignación, seguir socavando a sus instituciones, para tener el camino libre y poder imponer el conjunto de medidas que se centran y desprenden de la Ley Anti-bloqueo.

    Para bien o para mal, en estos comicios que se avecinan, un conjunto de naciones han opinado, situación que debería de irritar a los venezolanos, pero ya no es así, muchos se alegran al escuchar a alguna gran potencia occidental criticar al gobierno de Maduro, salvaguardando de esta manera su esperanza de que algún día, el país sea invadido, pero eso no sucederá. La postura intervencionista alienta a que en el país exista una rama de la oposición que aplauda esto y proponga a los venezolanos a no participar en las elecciones. Esta no participación esconde en el fondo: “los venezolanos no tenemos la capacidad de resolver nuestros conflictos y problemas, tiene que venir alguien externo a hacerlo”. En pocas palabras, los venezolanos somos unos buenos para nada. La no participación como método de lucha, diluye aun más a la oposición, dará a Maduro la posibilidad de obtener el poder absoluto del estado y quitarse la piedra del zapato, de estos últimos años, después de perder la última elección legislativa nacional. Como se están desarrollando las realidades, le estamos regalando en bandeja de plata la Asamblea Nacional a Maduro.

    Sabemos que excluir a Venezuela del debate mundial es prácticamente imposible, somos en fuente de energía prácticamente inagotable, fuente minera de primera línea, sobre todo de los materiales que usa la industria aeroespacial, de la tecnología y las comunicaciones, sin olvidar el capital financiero que le interesa que el dinero generado por estas y todas las industrias sean depositados en sus bancos. Hay una relación casi que inevitable entre Venezuela y las grandes potencias mundiales, al ser ellos quienes son punteros en la industrias ya mencionadas. Venezuela es uno de los países objetivos por las potencias mundiales, es indudable que buscan alianzas con empresarios, políticos y organizaciones que a lo interno sean afines a sus intereses. Venezuela es un país que puede inclinar la balanza geopolítica mundial, de quien decidamos ser socios comerciales, podemos hacerlos más poderosos. En el caso que tengamos en el poder a políticos afines con los EE.UU, tengamos relaciones comerciales de exclusividad de venta de energía, materiales usados por la industria tecnológica, a parte de depositar todo este dinero es sus bancos, esto le permitirá alargar la vida  al imperio, ya que fortalecería su sistema financiero y por ende el patrón dólar. Por otro lado, siendo ellos los compradores exclusivos de nuestros recursos, los mantendría como el país puntero en la industria de la tecnología y las comunicaciones, que es el primer gran negocio mundial. Por otro lado, si Venezuela se mira hacia oriente, establece relaciones con China y Rusia, de exclusividad, entonces la hegemonía del dólar se puede ver afectada y también la establecida en la industria de la tecnología y las comunicaciones. Esta ultima industria es la que ha desatado la guerra comercial que vivimos en la actualidad. Somos testigos de la guerra de aranceles, de bloqueos de empresas, redes sociales, entre otros, por el control total y absoluto de la industria de la tecnología y las comunicaciones.

    Lamentablemente en el escenario político venezolano vemos a los actores que dominan la escena inclinando la balanza hacia alguno de los polos, ofreciendo las riquezas de nuestro país a precio de gallina flaca para el gran beneficio de otro país y las migajas para la elite gobernante, imagínense lo que le toca al pueblo venezolano, pues lo que estamos recibiendo hoy, es: “nada”. El país necesita una política internacional libre e independiente, soberana, que se centre en lo neutral, que defienda tener relaciones con cualquier país, que beneficie a nuestra población en general, no solo a una gran potencia o a una elite venezolana. En tal sentido, estas elecciones son una oportunidad para pugnar por una nueva política internacional y una nueva política de redistribución de la riqueza que los venezolanos deberíamos recibir por el comercio internacional de esta.

    Venezuela está en la mira del imperialismo mundial. Tanto del que se erigió después de la segunda guerra mundial, como el que se quiere levantar en este nuevo milenio. Nosotros como pueblo no tenemos pretensiones imperialistas. Pero tenemos intenciones de obtener la máxima felicidad posible, en ese contexto debemos de construir nuestro sistema de gobierno. La democracia sin lugar a dudas, por ahora, y en el mundo actual es la mejor opción. No podemos alejarnos de este sistema, hacerlo seria perdernos. Con el gobierno de Maduro estamos viviendo un deterioro total de este sistema. Pero pareciera que la intención de los sectores de oposición es deteriorarlo aun más. El voto como tal no es la democracia, esta está compuesta por muchas otras realidades, pero a decir verdad, el voto es parte esencial de la democracia. El no votar deteriora aun más la democracia, la deslegitima y nos aleja de este sistema de organización social. El gobierno puede manipular las instituciones para ponerlas a su favor en unas lecciones, pero este argumento es irrito, porque todos los seres humanos del mundo, en el poder hacen esto. Todos los que de alguna manera llegan al poder, bien sean de izquierda o de derecha buscan por todos los medios de mantenerlo. El bipartidismo norteamericano es una formula anómala para el pueblo norteamericano, pero se ha mantenido producto de una manipulación sin precedentes a todos sus niveles, aunado a un sistema de represión férreo y violador de cualquier derecho humano. El pueblo norteamericano debe buscar la salida es de ese bipartidismo irrito y totalitario, que mantiene en el poder a una elite, que tiene a 100 millones de norteamericanos sumergidos en la pobreza. En Venezuela de igual menara debemos por las vías pacificas y democráticas buscar una salida a esta crisis que vivimos.

    En tal sentido votar es una opción para manifestar nuestra intención de salir del atolladero por la vía pacifica, una guerra es inviable, una intervención también lo es, bloquear al país también esta fuera de lugar, pedir que pasemos de funcionarios y alguno que otro empresario vetado por el departamento del tesoro norteamericano, para bloquear a todo el país es algo fuera de razón. Nuestros lideres deben de hacer oposición con proyectos concretos, reales, factibles que tengan como centro “la mayor suma de felicidad posible para el pueblo”, como decía el Libertador Simón Bolívar, puede haber un millón de dificultades en la arena política, en este tipo de sociedad lo va haber, la izquierda y la derecha no pueden ocultar sus maniobras en el poder. Pero nosotros como pueblo tenemos una participación política importante en Venezuela, debemos activar esos mecanismos de participación y forzar a las elites a salir del poder y que la política venezolana sea heredera de lideres arraigados a las luchas de nuestro pueblo, lideres que actúen en aras del bien común de la nación y que tengamos relaciones de mutuo respeto, elaboración y solidaridad con otros pueblos del mundo.

    Votar en estos días más allá de una acción aislada se convierte en un campo de batalla política, licito y expedito. Si aunamos a esta acción de votar, la protesta en la calle, los reclamos gremiales, comunitarios, las marchas, todo tipo de actividades, todas las formas de lucha, que hagan valer nuestros derechos, que enaltezca nuestra dignidad, procurara en un futuro próximo, una mejor Venezuela para todos los venezolanos.


Lic. en Sociología Rafael Acuña

rafaelrojoxxi@yahoo.com.ve

miércoles, 26 de agosto de 2020

POR QUE LOS VENEZOLANOS ESTAMOS OBLIGADOS A VOTAR EL 6D2020?

Las elecciones del 6 de diciembre del presente año son un gran desafío para los venezolanos. Podemos afirmar, sin temor a equivocarnos, es la elección más difícil que tenemos en muchos años de vida republicana. Un sinfín de adversidades sociales, políticas, económicas, internacionales, un Consejo Nacional Electoral (CNE) que pondrá cuanta traba exista para favorecer al Partido de gobierno (PSUV). El sistema de justicia, tan parcializado como el CNE, ejerciendo maniobras jurídicas, sin fundamento legal, para colocar directivas en los partidos, violando la soberanía de estos, establecida en la misma constitución. Represión desmedida, violación de derechos humanos, contra quien amenace su estadía en el poder no tiene límites. Todos estos elementos crean un panorama poco alentador, lleno de grandes confusiones e incertidumbres.

En Venezuela los principios políticos y doctrinas has desaparecido, siendo sustituidos por un pragmatismo que raya en lo obsceno. Las alianzas políticas y la política per se no están sustentadas en proyectos concretos, que abracen los sueños y aspiraciones del pueblo venezolano en general. Por el contrario, nos encontramos con un corolario de intereses particulares que se imponen a costa de lo que sea conveniente para ellos en el momento. Estamos viviendo la política de la tarea inmediata y de resolver la sobre-vivencia en la crisis que atravesamos. Los debates políticos de altura, en el seno de la sociedad venezolana parecieran ser historia. Los proyectos históricos de largo aliento perdieron vigencia. Por otro lado, el pueblo no pierde la esperanza de que nazca un nuevo mesías, cuestión poco probable, que venga del exterior o que sea oriundo de nuestra tierra, que llene el vacío que actualmente tiene el quehacer político venezolano.

Actualmente en el país hay planteamientos políticos prácticos muy claros: “los que llaman a la abstención y los que plantean ir a elecciones”. Los que plantean no ir a elecciones parecieran ubicarse en la posición más radical y extrema. Mientras los que participan para enfrentar a la elite de Maduro en el poder, parecieran querer legitimar a Maduro y son unos entreguistas de las luchas. Pero es todo lo contrario, no todo lo que brilla es oro. La posición que nos exhorta a abstenernos lamentablemente no tiene una postura a corto y mediano plazo que cristalice una alternativa contra Maduro, es decir, su planteamiento se acoge a una esperanza irreal y fatídica, que se centra en el avenimiento de un salvador del extranjero y nos ayude a salir de las tinieblas en la que nos encontramos. Por tanto, esta es una postura que se acerca a un planteamiento guerrerista, poco factible, que está muy alejado de la idiosincrasia del pueblo venezolano y de la realidad internacional. Someter al pueblo venezolano a una guerra implicaría más sufrimiento y dolor del que ya tenemos. Aunque no puedo negar que la situación en la que nos encontramos es peor que la que pueda atravesar un pueblo en guerra. Cuando los venezolanos hicimos la guerra al imperio español, la situación económica y política del país no era tan crítica como la que tenemos en la actualidad, creo que ningún país en guerra ha pasado por lo que estamos pasando los venezolanos. Ningún país en guerra, de la historia reciente de la humanidad, con bloqueos más duros, rígidos e implacables que el impuesto a los venezolanos, ha caído en un foso tan profundo y oscuro como en el que estamos. En tal sentido, la opción de la abstención no clarifica el camino que debe seguir el pueblo venezolano. Más bien lo oscurece, porque “mantiene a Maduro en el poder”, y hacer eso es contribuir a que el país se siga desangrando, aunque debo admitir que estamos casi secos, no nos queda mucha sangre. Por tal motivo, esta posición hace aguas y se pone del lado de Maduro, porque le entregaría en bandeja de plata la Asamblea Nacional (AN). Dicen por allí: "los extremos, en muchas ocasiones, se tocan y se complementan", y pareciera que abstenerse es el complemento que Maduro necesita para seguir centralizando poder y mantenerse en él.

Sin embargo, la postura que plantea una alternativa de participar en las elecciones parecerá ser más lógica y ajustada a lo que somos como pueblo venezolano. En primer lugar, es una posición que se aleja de la guerra, no es una solución con más problemas tras de sí, al contrario, se clarifica como una salida más real, que garantiza salir de Maduro en medio de un proceso pacífico, sin derramamiento de sangre y sin peores sufrimientos. Esta propuesta pareciera ser conservadora, pero en su desenvolvimiento practico en el tiempo, si le sabemos dar contenido, se convertirá en una propuesta radical, porque plantea ir a la raíz del problema, que es colocar a una persona responsable en Miraflores que dirija el país a puerto seguro.

Sabemos que la elite madurista se está preparando para resistir contra quien amenace, por cualquier vía, su estadía en el poder. Pero una salida pacífica y democrática sería lo factible, lo mejor para el pueblo venezolano. Votar en las elecciones a la AN contra maduro no garantiza su salida de Miraflores, por el momento, pero sí obstaculizará su posicionamiento absoluto del poder. La pérdida de Maduro, hace cinco (5) años, de la Asamblea Nacional, fue un golpe fuerte que obligó a esa elite a utilizar un recuso político que les permitiera manipular a su favor la crisis institucional. El golpe dado cuando se le ganó la Asamblea Nacional fue tan fuerte que lo obligó a romper el hilo constitucional, convocando una Asamblea Nacional Constituyente (ANC) que sustituiría, eventualmente, todos los poderes y para legislar ejecutivamente, es decir, gobernar vía decreto presidencial y constituyente, por tanto, esta tenia más un aire de maniobra política, que de redactar una nueva constitución. A las pruebas me remito, tiene 5 años en ejercicio y ni una sola coma se ha puesto para presentar al país la supuesta constitución comunal. La tesis de la asamblea constituyente era un espacio totalitario y de concentración de poder que se ha reafirmado con el paso del tiempo. Maduro ha logrado maniobrar acertadamente para mantenerse en el poder. Su fin de mantener el poder para enriquecer a una elite rapaz y carroñera hasta ahora ha funcionado. Si nos abstenemos lo que hacernos será, pareciera contradictorio, pero es así, afianzarlo en el poder. Hasta ahora Rusia y China en defensa de los intereses de sus países, han venido dando legitimidad internacional al gobierno de Maduro, este apoyo se mantendrá, con un discurso seudo-legítimo, si no vamos a elecciones; pero si vamos a elecciones podemos quebrantar este discurso y la arena política nacional e internacional daría un giro. Esta legitimidad se verá reafirmada si se mantiene en el poder ganando las elecciones, así estas sean un parapeto, como pasó con la constituyente, lavó la cara a un golpe de Estado dado al poder legislativo, que fue electo por el pueblo. Si Maduro gana las elecciones profundizará un poder totalitario, controlando aun más todos los poderes y le daría a sus aliados internacionales el discurso para enfrentar a los países que desconocen a Maduro. Sin embargo, las elecciones se presentan como un espacio que puede agrietar la unidad monolítica y absoluta que tiene la elite madurista. La nueva AN que sea contraposición a la elite madurista, puede quebrar la unidad monolítica, establecería un espacio “serio” para la denuncia de violaciones de los derechos humanos, para la crisis que vive el país... debemos convertir la AN en un espacio de lucha y debate político con propuestas y soluciones contra la minoría madurista. Un espacio de lucha nacional e internacional.

Sabemos que Maduro pondrá muchos obstáculos a las organizaciones políticas que quieran participar. Procurará lo imposible para ganar la AN, él sabe que esta elección puede definir el destino del país, puede definir su estadía en Miraflores. Por eso obliga a sus adversarios a exiliarse, los inhabilita, privar de libertad, violando todos sus derechos humanos, usando el terror y el miedo como practica política común. Palpamos su desesperación cuando ordenar al Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) intervenir partidos, quitarles las tarjetas y colocar directivas ad hoc; esto lo hace no sólo para buscar que un sector lo apoye, sino para dividir más a las fuerzas que se le oponen. Usando el viejo adagio maquiavelista: divide y vencerás.. Por ahora hemos caído en su juego. Por tal motivo, el pueblo venezolano en aras de abrir un nuevo camino, debe unificar esfuerzos en una nueva alternativa para el país, que sea garantía de proteger a los más desposeídos y al mismo tiempo garantizar el desarrollo económico del país; y que al mismo tiempo pueda hacer de las instituciones organismos democráticos transparentes y al servicio de los ciudadanos; que rompa también con la aniquilación de los poderes y cree una institucionalidad en la que los venezolanos podamos depositar nuestra confianza.

El pueblo debe unificar su intención de voto en una alternativa seria contra Maduro, todavía no está clara, pero será clarificada de miras a las elecciones. En tal sentido, tenemos que atinar en ir a votar por hombres y mujeres que impidan que Maduro y sus aliados se hagan nuevamente con todo el poder, que estén dispuestos a darlo todo en la arena política democrática, para que el país en un corto tiempo tenga nuevas autoridades en el ejecutivo nacional. Que esto permita y represente un nuevo amanecer. No podemos dar la AN a Maduro para que siga teniendo más poder, debemos para bien construir ese espacio de lucha, un espacio de solidaridad para todo el pueblo, donde se luche de manera determinada y vertical, sin concesiones, pero en el marco de la democracia y de la justicia.

Los nuevos diputados deben ser agentes que promuevan la unidad política contra el desastre que vive el país. Que articulen una estrategia común que nos permita ver la luz y sortee los obstáculos que Maduro nos pone en el camino. En el corto plazo tenemos una posibilidad real de que nuevas figuras asuman el liderazgo del país. La constitución de 1999 tiene los mecanismos y herramientas para un cambio de autoridades de forma pacífica y democrática, como lo es el referéndum revocatorio.

Maduro traicionó la voluntad incluso de sus votantes, y dejó a los que siempre se han opuesto perplejos y atónitos; de tal manera, es pertinente activar el mecanismo refrendario, el cual puede hacerse con cuatrocientas mil (400000) firmas a nivel nacional y con una suma superior a los dos millones (2000000) de votos se le ganaría la elección. Diputados que estén dispuestos a conducir las luchas del pueblo por estos derroteros son los que necesitamos, son los urgentes, estamos obligados a apoyarlos y votar por ellos, debemos acorazar a una mayoría de diputados que sepan atinar políticamente, que no se distraigan en cosas secundarias, que no traicionen, que entiendan que la solución que los venezolanos necesitamos pasa por cambiar las autoridades del ejecutivo, eso lo puede hacer el pueblo venezolano junto a una mayoría de diputados aguerridos y resueltos a la lucha, con un grupo de diputados que, apelando a la constitución, lleven la lucha del pueblo venezolano a feliz término. Por eso estamos obligados a votar, estos no son tiempos de inacción, son momento se acción práctica bien orientada y dirigida, con contenido y relatos firmes y sustentados. Dejemos en el pasado los errores, pasemos página, empecemos e escribir una nueva historia para nuestro país, el futuro está en nuestras manos, en los que estamos batallando en el país enfrentado la represión y superando adversidades; los que se han tenido que ir, también tienen que contribuir con su voto, estamos en un momento histórico fundamental, definitorio, de seguro hará parir una nueva Venezuela, la Venezuela que todos soñamos.


Sociólogo Rafael Acuña
rafaelrojoxxi@yahoo.com.ve

sábado, 11 de abril de 2020

¿Cambiará la pandemia del COVID-19 a la sociedad capitalista?



Nuca antes se había escrito tanto, en tan poco tiempo, sobre un virus, como se ha hecho sobre el actual COVID-19. Entendiendo que esta sociedad, donde surgió esta enfermedad, es totalmente diferenciada de cualquier otra que ha vivido la humanidad. Los dispositivos que nos permiten expresarnos de forma escrita son innumerables. Los programas especializados para escribir también son muchos. Los medios para publicar las ideas, opiniones, comentarios, vivencias, etc, son cuantiosos y permiten hacerlo en tiempo real. Pudiéramos decir: “vivimos en una sociedad de escritores”. Escribir no es oficio de unos pocos -sin ánimo de ser peyorativo-, pues en la actualidad pareciera que “cualquiera puede ser escritor”. El oficio de escribir se ha masificado en su totalidad, de eso no hay duda. ¿Es de calidad lo que se escribe? Este tema requiere otro análisis. Lo pertinente es: la dinámica de escribir ha cambiado, de forma y esencia para siempre.

De todo lo que se ha escrito, mucho tiene que ver con los cambios que ha sufrido la humanidad y los que pudiera sufrir producto de la pandemia del COVID-19. Muchas opiniones son fatalistas, otras auguran un cambio para mejorar la vida del ser humano en este planeta, otras son conspirativas, en fin, en lo particular no comparto ninguna de las tres, a pesar de que soy optimista en torno a la actitud ser humano para con la vida. Considero que hay que ser “realista”, debemos propiciar nuestros análisis de la realidad que vivimos y si creemos que deben haber cambios hay que partir de la realidad fáctica inmediata, por supuesto, esto sin perder de vista nuestra utopía de un mundo mejor –para los que todavía conservan la utopía–.

Podemos asegurar, una vez más “quedo al  desnudo el desdén por la vida que subyace oculto en lo profundo de la sociedad capitalista”. Esta sociedad ha privilegiado fetiches que se han humanizado más que el propio ser humano. El mercado es uno de ellos. Vivimos para y en función del “libre” mercado, no vivimos para la vida, lo hacemos para el sacrosanto mercado. No producimos para la vida, lo hacemos para el mercado. Muchos dirán que la producción para el mercado repercute en la conservación de la vida, pero esta producción en realidad no es así, el mercado al final es monopolizado, es capitalizado por unos pocos y la producción se convierte en riqueza de una élite, que se establece como oligarquía, que parte de su buena vida está condicionada por la explotación que hacen del pueblo y de los recursos naturales del planeta. El mercado, como no es vida, no conserva el ambiente, no mira si hay miles de seres humanos muriendo de hambre. Para éste, nada humano le es familiar, muchos seres humanos creemos que este mercado tiene vida, pero no es así, no puede tenerla, porque no es una forma de vida, pero tampoco es libre, porque es manipulado por las cases explotadoras y puesto al servicio de ellos y de nadie más. (Todavía hay quien cree en el cuento de la “mano invisible” que regula el mercado, que contó un cuentero profesor de ética, que medio escribió sobre economía [Adam Smith]). Los poderosos asumen que ellos se merecen esos privilegios por su arduo trabajo, por su inteligencia, por saber aprovechar las oportunidades, etc. Se merecen tanto que hasta el planeta y el derecho a la vida de todas las especies merecen menos que ellos. Es evidente que la vida no vale nada para el capitalismo, para éste lo importante es capitalizar riquezas y poder; los seres humanos vivimos para que unos pocos capitalicen mucho y hacer que la vida dependa de esa riqueza. Pero el que no logre capitalizar por lo menos un poco de riqueza, entonces no tendrá vida. La vida en el capitalismo no es un fin, un propósito, es simplemente un medio para hacer ricos a unos pocos. En el capitalismo el ser humano es un producto más, que se compra y vende –en el mercado de trabajo–, se usa y desusa al perder energía, enfermar, incluso pierde valor al estar en estado para reproducir la especie o tener que cuidar la nueva vida. Sé que esto que digo no es nuevo, pero vale la oportunidad para repetirlo en estos momentos de crisis, de incertidumbres.

Es evidente la fragilidad del sistema sanitario capitalista, el cual es costoso, privativo y rígido. Es de acotar que el primer país que tuvo un sistema sanitario nacional fue la extinta URSS. Esta fue la creadora de un sistema de salud integrado y nacional para todo el pueblo, que ponía el esfuerzo en vida del ser humano sin ningún tipo de distinción. Este sistema fue copiado por el capitalismo, pero convertido en un gran negocio. La salud del pueblo fue transformada en un gran negocio, para buscar más ganancias, no es para hacer más plena la vida. La salud pasó a ser parte de un sistema privativo, altamente costoso, monopolizado y capitalizado. Tener salud en el capitalismo es un lujo al que pocos pueden acceder. Por ser este un sistema al cual pueden acceder pocos, entonces no es masivo, por eso la pandemia en muchos países superó con creces de forma inmediata la capacidad de atender a todos los que enfermaron con el COVID-19, por ser un sistema exclusivo y muy rígido, altamente burocrático, el sistema de salud capitalista no está preparado para crisis, fue diseñado para actuar en relativa calma. De igual manera han sido diseñados muchos de los laboratorios de investigación científica de enfermedades, estos privilegian la enfermedad, parten del hecho que esta siempre exista y que hay que curarla, pero si esta enfermedad se puede prevenir no se invierte en prevención si no en la enfermedad, pero esto es porque mientras exista la enfermedad existirá la vacuna, el tratamiento, y ambos tienen un costo y al mismo tiempo una ganancia. La salud como en todo el sistema capitalista no es para la vida, es para la máxima ganancia. Esto no excluye que tengamos médicos que con ética privilegie la vida, verbigracia de una ganancia. Pero el sistema se traga este esfuerzo, es explotado, desdoblado el esfuerzo ético, transformado en ganancia pueril de una élite, que monopoliza el negocio de la salud, donde también hay mano de obra explotada, que a pesar de tener un mejor nivel de vida, no está exenta de explotación. Porque hay cosas que no se ven a simple vista, pero cuando se escarba en la realidad existen y son determinantes, que determinan y son determinadas.

Vivimos en una sociedad patológicamente llena de banalidades. Privilegiamos lo superfluo y desdeñamos lo realmente importante. Por eso un médico, un científico, una enfermera valen menos que un futbolista o un vendedor de drogas –aunque todas tienen un precio– este debería establecerse usando criterios más justos. Pero entonces habría que redefinir lo que es justo o injusto. Nunca llegaríamos a un acuerdo, se derramarían millones de litros de tinta o se usarían miles de megas y siempre habrá argumentos a favor y en contra. Vivimos en una sociedad donde se invierte más en la promoción de una bebida alcohólica que en una campaña de prevención de alguna enfermedad. Más se invierte en promocionar comida chatarra que propiciar hábitos sanos de alimentarnos. Se utilizan sustancias químicas para cultivos que causan graves enfermedades, no se dejan de usar, porque si no, no habría ganancias. Se destruyen bosques enteros para vender madera o criar ganado, porque a la vista de un ignorante -que se rija por la ley marginal de la economía moderna- la carne tiene una utilidad marginal mayo que el oxígeno, ejemplo reciente la quema de la amazona. El Internet se ha convertido un una gran fuente de información, recreación, entre muchos otros, donde abundan las senos al aire, las vaginas, los traseros y los penes, la fornicación, la estupidez y lo banal. Una noticia es más viral en las redes, mientras más sangre tenga, más horrenda sea, más estúpida. El ser humano ya no valora el arte, la buena pintura, música, cine, etc. Si quieres ser viral en las redes sociales, entonces has el ridículo con cualquier estupidez que se te ocurra hacer. Si quieres que escuchen una canción, entonces ni te esfuerces en crear una buena letra, una bella armonía, melodía, un ritmo agradable, simplemente has el ridículo y listo. Pero estas nuevas tendencias, estos nuevos quehaceres, son parte estructural del sistema. Buscar que el ser humano se ocupe de lo sublime de su existencia, pondría lo fallido del sistema en evidencia, por tanto seria superado y los que se benefician de sistema eso no lo van a permitir. El ser humano tiene prohibido cuestionar, replantear, cambiar, de hacerlo se te banalizara, burlaran, satanizará, execraran, excluirán, transformaran tus nuevos planteamientos en mentiras, los torcerán, para hacerlos ver como algo de locos, harán ver  lo racional como irracional, lo irracional como racional.

Lamentablemente vivimos en una sociedad donde se invierte más en armas de destrucción masiva, en guerras, etc, que en ciencia y tecnología, educación, salud, agua potable, entre otros. Pero es parte esencial de la realización de este sistema. La sociedad capitalista no es un fantasma, no es etérea, este tiene concreción real en empresas, en mercancías, en relaciones sociales específicas y bien definidas. Estas empresas deben ser defendidas en todo el territorio nacional y mundial, donde llega el mercado debe llegar el ejército, debe caer con precisión una bomba atómica, de ser necesario. El capitalismo nació bañado de sangre, de la conquista de los europeos a América y África. El capitalismo norteamericano tiene en su historia la sangre de negros y mexicanos. Pero así como fue en su génesis, también lo es en su realización histórica. Las guerras de la modernidad todas tiene como objetivos apoderarse de recursos naturales a precio muy irrisorios, para venderlos con la máxima ganancia, también exigen condiciones loables para  explotar la fuerza de trabajo a su máximo nivel. Para ello -dice la teoría- debe haber un mundo libre, sin nada que regule al mercado y a la actividad de libre empresa. Según los liberales y neoliberales, el Estado debe ser muy pequeño, el mercado debe hacer todo, regular la economía, ofertar salud y la demanda de esta, ofertar agua y demanda, imponer precio a los salarios, destruir el ambiente para generar la oferta y alguien busque salvarlo, pero en todos estos aspectos el mercado se ha quedado en pañales, sencillamente no tiene capacidad de autorregular la sociedad en su conjunto, como tanto se pregona, esto no es cuestión de filosofar, hacer ciencia, es una realidad que la pandemia, del COVID-19 ha puesto en evidencia.

Para las actuales élites en el poder del Estado, se  plantea que este debe ser lo menos interventor posible. Debe participar lo menos posible en la regularización de la vida del ser humano, de esto se encarga el mercado, (¿tanto poder para el mercado? sí, ¿dónde queda la razón del ser humano? Habrá que ir al mercado a preguntar). Lo cierto es: el Estado tiene una razón de ser bien específica. Como dijimos anteriormente, éste debe alzare como el gran leviatán, según Thomas Hobbes, ese monstruo debe de infundir respeto, esto lo hace por medio de las armas, del miedo, del terror, ¡ah caramba! Sí, no hay nada más terrorista que el estado capitalista y su supuesta democracia liberal. Si quieren, pregunten a los chilenos que están protestando por mejores condiciones de vida, a los que usan los chalecos amarillos en Francia, a ver si la élite que dirige al estado toma en cuenta las justas demandad. Pregunten a los ciudadanos que viven en países que han sido invadidos, por los modernos imperios en nombre de la libertad, pero no es más que en defensa del mercado que ellos controlan. La fachada de ese Estado no muestra esa realidad, en apariencia se ven los carnavales electorales, cada cierto tiempo, donde se malgastan grandes sumas de dinero, si reuniéramos todo ese dinero para invertirlo en salud, el COVID-19 fuera un virus más. Este Estado tiene como fachadas las leyes, que algunas pueden ser justas y necesarias, pero en el fondo el marco legal de un Estado -al servicio del capital- es para la defensa del mercado, la defensa de la máxima ganancia, la defensa de los privilegios, de sus lujos. Por eso es que vemos que en Italia dejan morir a los seres humanos de la tercera edad, porque ya no son rentables, su vida útil pasó de moda. Para ellos no hay leyes, para eso no hay Estado, son partes de los excluidos, marginados. Para el capitalismo no son seres humanos de la tercera edad, son simples mercancías que ya se desgastaron, hay que reemplazarlas, desecharlas. Debemos vernos y entendernos como seres humanos, portadores de vida, si no es así, la sociedad actual, la que vendrá después del COVID-19, cambiará pero no en su esencia, solo algunas formas, pero en esencia siempre seremos una sociedad de simples mercancías, si seguimos siendo eso, nunca construiremos una sociedad humana para los seres humanos, respetuosa del planeta y de las otras formas de vida.

El COVID-19 también ha puesto en evidencia, las medidas que sugieren, los grandes monopolios de medios de comunicaron, para con los cuidadnos, en relación a la conservación del ambiente, son totalmente fallidas o representan un porcentaje muy mínimo de la contaminación del planeta. Vemos como al parar la gran maquinaria industrial de china, Europa, EE.UU. como se viene recuperando el planeta, el clima ha cambiado en estos días de cuarentena mundial. Entonces el esfuerzo para bajar la contaminación de este planeta, no solo esta en que los cuidadnos emitan menos gases efecto invernadero, no, para nada, las medidas están en suplantar, transcender el sistema productivo que hasta ahora tenemos, porque aquí no falla el ser humano individual, es la organización económica y social que han impuesto las élites, basados en la mentira repetida cien (100) veces, derramamiento de sangre y de creencias que degradan la condición humana a simples espectadores de su propia vida, de su historia. Es muy importante esto, porque cuando hablamos de contaminación decimos que somos responsables los seres humanos como especie, en muchas películas de Hollywood nos comparas incluso con un virus. Pero nada más alejado de la realidad, el ser humano es una forma de vida muy compleja, con una capacidad de raciocinio muy grande, de tal manera, la gestión de los recursos no es culpa de la individualidad como tal, es del sistema de organización de la economía y de la sociedad, el problema de la contaminación ambiental no es un tema solo del individuo, es del colectivo de seres humanos, como se organiza lo colectivo, solo edificando una nueva sociedad podemos en conjunto detener la contaminación, destrucción de nuestro hábitat. Hay una tesis de que esta pandemia servirá para que el planeta tome un respiro, lo puede hacer, pero en lo que todo esto acabe, si el ser humano sigue organizado en una sociedad de explotación intensiva, este será prácticamente el mismo, seguiremos destruyendo el planeta como hasta ahora lo venimos haciendo.

La gran amenazada aquí es la vida, la vida del ser humano, del ser humano niño, joven, adulto, anciano, la vida como totalidad concreta está siendo amenazada. La vida de todas las especies vivas del planeta. Una de las grandes enseñanzas es que el equilibrio de la vida es extremadamente frágil, más de lo que imaginábamos. Este virus derribo las arrogancias de nuestro mundo, para que sirven las bombas atómica, los porta aviones, los complejos industriales-militares, para que sirven los castillos, los autos de lujo, las súper fortunas, etc. no sirven de nada, nuestra arrogancia de ser superior a todo, de ser más que el otro, por lo que poseemos, de destruir todo a nuestro paso, se han derrumbado. Nos estamos dando cuenta que la sociedad de poseedores, la sociedad privativa, capitalista no sirve de nada, esta canaliza  lo grandioso del ser humano, su capacidad de raciocinio hacia destinos autodestructivos. Los principios de libertad, solidaridad, justicia, hermandad han sido pisoteados, la vida fue puesta de lado, que es el ser humano sin vida, la vida debe ser un aspecto sustancial de nuestra organización social, su reproducción, crecimiento, realización, la plenitud de la vida debe ser parte central de la nueva sociedad que debemos construir.

Haré un paréntesis en la ilación del discurso que estoy esgrimiendo, para plantear una cuestión que me llama sobremanera la atención, es la postura del gobierno norteamericano en torno a la definición del  virus, estos los denominaron como: “el virus chino”. Detrás de esta definición hay mucha tela que cortar, pero nadie puede negar que es una mensaje directo a la psique de los seres humanos. Al decir virus chino y repetirlo cien (100) veces, el cerebro puede interpretar que los chinos son un virus, que la sociedad china sea un virus, en tal sentido se está usando un lenguaje de xenofobia que busca crear una nueva, que sería la chinofobia. Las élites en el poder del país norteño de América, se han encargado en los últimos tiempos de crear  varias de ellas. Con la destrucción de las torres gemelas, su posterior ataque a Afganistán, búsqueda y asesinato de Bin Laden, crearon una especie de xenofobia hacia los pueblos semitas, con esto, a todas sus creencias, formas de ser, etc, también han hecho esto con los rusos, gran parte del dinero que se invierte en USA en campañas publicitarias, etc., son para profundizar esta xenofobias. Porque se invierte tanto dinero en crear y profundizar las fobias, porque no se invierte mejor en educación, etc., pero detrás de estas fobias hay un objetivo, requeriría otro análisis, pero el fundamental, estoy convencido, es crear miedo, el miedo que necesita el Estado para imponerse, para mantenerse y justificar la sociedad tal cual es por los tiempos de los tiempos. El miedo se necesita para justificar guerras, invasiones, justificar la intervención en la vida particular del ser humano, coartando así su libertad, en fin, el miedo es un instrumento muy antiguo y efectivo para mantener el control social.

Muchos aseguran que el COBIT-19 va a derrumbar al capitalismo, los más trágicos aseguran que se va a acabar la humanidad, pero respecto a los últimos soy optimista, la humanidad no va terminar con esta pandemia, muchos, lamentablemente e injustificadamente van a morir, pero el ser humano como especie superará esta situación -incluso en el marco del capitalismo-, de esto no tengo dudas. Pero en torno a que el capitalismo se derrumbe soy pesimista. Éste va a cambiar, pero hay que ver para quién cambia, cómo cambia y quiénes lo cambian. Por como se está desenvolviendo la realidad, el cambio está en beneficio de las élites mundiales. El gobierno de EE.UU. ha solicitado un préstamo de más de dos billones de dólares para rescatar la economía del impacto del COVID-19, esta cantidad monstruosa de dinero será entregada a los bancos norteamericanos, quienes según la ley de reserva fraccionada podrán convertir en diez mil (10.000) veces más ese monto, este dinero será prestado a empresas, quienes se beneficiarán de forma directa, pero ese préstamo lo pagará el pueblo norteamericano y las colonias de ese imperio. El FMI también ha abierto líneas de crédito para las naciones más afectadas, ese dinero será depositado en la banca de cada nación, será prestado a los empresarios y la pagarán los pueblos. Es decir, uno de los cambios que va a vivir la humanidad es que después del COVID-19 tendremos a los pobres del mundo pagando una nueva deuda, casi que impagable, fortaleciendo aún más así las relaciones de explotación, dando de esta forma un nuevo respiro al patrón dólar, al capital financiero internacional, que tendrá ganancias nunca antes imaginadas por el ser humano. Las élites usarán la crisis para su beneficio, ya lo están haciendo, lo seguirán haciendo, si el resto de los ciudadanos que habitamos de este planeta no hacemos nada; entonces ellos terminarán imponiendo sus designios según sus aspiraciones de clase.

Uno de los cambios que debemos impulsar los ciudadanos de este planeta tiene que ver con una nueva organización de Naciones Unidas, donde un par de países no tengan derecho al veto. Una naciones unidad no para el mercado, no para la máxima ganancia, no para intervenir países y hacerlos añicos, destruir toda su infraestructura, su cultura, bibliotecas, cosmovisiones, entre otros, la nueva organización mundial no debe ser un órgano que socave la decisión de los pueblos a la autodeterminación, debe ser una organización de coordinación entre pueblos, para llegar a consensos en torno a cómo hacemos la vida del ser humano en este planeta más plena, más placentera, más feliz, para el realce de lo bello, grande, hermoso sublime del ser humano. Las Naciones Unidas, nacida de la Segunda Guerra Mundial, debe dejarse en el pasado y construir una organización al servicio de los pueblos del mundo, no de los vencedores de aquella cruel guerra que el capitalismo desató en Europa.

¿Cambiará el ser humano, cambiará la sociedad capitalista? Eso no lo puede decir ningún científico de las ciencias naturales, tampoco uno de las ciencias sociales. Los científicos sociales pueden dialogar sobre posibilidades, alternativas, pero no pueden aseverar nada. El derrotero que tome la humanidad después de esta pandemia es impredecible. No hay y creo que no habrá forma de hacerlo. Sin embargo, los pueblos del mundo sí pueden, como poder constituyente de la sociedad, levantar una nueva alternativa de organización social más humana, respetuosa de las relaciones entre los seres humanos, con el ambiente de este planeta, incluso con la estratosfera próxima de la tierra que también estamos llenando de basura. Los pueblos del mundo deben negarse a pagar la híper deuda que están concretando los gobiernos del mundo para beneficio de unos pocos, que pagarán con mucho sudor y sangre muchas generaciones; creo que para los pueblos del mundo va a ser tan penoso atravesar esta pandemia como pagar esa súper deuda. Es indudable que esa deuda se pagará con menos servicios sociales para los pueblos y con mayor explotación. La sociedad que salga de esta pandemia no está definida por los escritos de algunos intelectuales, estará definida por la acción o inacción de los pueblos del mundo. Debemos tomar lo mejor del conocimiento que ha producido la humanidad, hasta ahora, para aprender de éste, lo que defienda la vida; hay que abandonar viejas ideologías, como la del libre mercado, de la competencia, ideologías que privilegian fetiches que se vuelven contra la vida del ser humano. Las crisis son momentos que nos permiten cambiar, no dejemos el cambio a la buena del destino, en manos de las élites, tenemos que procurar un mundo mejor con ideas renovadas, acciones concretas, objetivos, estrategias, tácticas, que hagan de esta crisis social creada por este virus, se convierta en una posibilidad, en una realidad, donde las aspiraciones más notables de los seres humanos sean una potencia, donde resuenen los cantos de verdadera libertad, justicia, solidaridad, hermandad. Es el momento, desde cualquier espacio, de luchar hombro con hombro, con pasión, amor, alegría, desinterés, valor, valentía, sagacidad, por conservar el regalo más grande que nos ha legado el universo: la vida.


Sociólogo Rafael Acuña
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